La seguridad contra incendios y la protección de la salud son fundamentales para el desarrollo de edificios de gran altura. El fuego es una grave amenaza para las personas y la propiedad. Los edificios de gran altura presentan desafíos únicos que no se encuentran en los edificios tradicionales de poca altura: mayores tiempos y distancias hacia las salidas, accesibilidad para los bomberos, flujo de humo y control de incendios, y la necesidad de estrategias de evacuación más complejas.
Cuando se trata de la salud, un sistema de drenaje defectuoso con trampas vacías representa una amenaza muy real. Las enfermedades y los patógenos en el sistema de drenaje pueden alcanzar el entorno de vida y de trabajo y se propagan rápidamente a través de los modernos sistemas de climatización (HVAC). En el pasado reciente, en varios edificios de gran altura, esto ha causado padecimientos y víctimas mortales, así como el brote de SARS (por sus siglas en inglés, Síndrome Respiratorio Agudo Severo) en 2003. Evitar cualquier posible riesgo para la salud es de vital importancia, y los habitantes deben estar protegidos contra gases dañinos y patógenos.
Los sistemas de tuberías están en el corazón del edificio y juegan un papel fundamental para garantizar la seguridad contra incendios, la salud y el confort. A medida que más y más personas viven en un mismo edificio conectado a un solo sistema, aumenta la necesidad de un sistema sanitario seguro y confiable, con desafíos críticos como: